LEONES DE LAS CAVERNAS
Durante milenios los primeros hombres modernos que habitaron la Península Ibérica se enfrentaron con frecuencia a un rival formidable que les disputaba las grandes presas en las cacerías: los leones de las cavernas («Panthera leo spelaea»), una bestia brutal. Con un gran tamaño, hasta un 10% más grande que los leones actuales, era sin embargo, de menor tamaño que el león primitivo de las cavernas y que el león americano.
El esqueleto de un macho adulto, encontrado en 1985 cerca de Siegsdorf (Alemania), tenía una altura a los hombros de cerca de 1.2 metros y una longitud de cabeza-cuerpo de 2,1 metros sin la cola, y no ha sido el espécimen de mayor tamaño que ha sido encontrado.
Algunas representaciones rupestres encontradas en abrigos y cuevas indican que no tenían melena, y poseían orejas redondeadas, colas que terminaban con mechón de pelo, y algunas manchas o rayas. Ccazaban los enormes herbívoros de su tiempo, desde caballos salvajes, a ciervos, renos, bisontes e incluso mamuts si eran viejos, o estaban herido. Igualmente del análisis de antiguas pinturas rupestres se ve a varios cazando juntos, como las leonas actuales.
Análisis isotópicos de muestras de colágeno de los huesos fósiles sugieren que, al menos en el Norte y Este de Europa, los renos y las crías de oso de las cavernas eran su dieta principal, y los últimos leones de las cavernas parecen haberse centrado en los renos, justo hasta el borde de la extinción local o la extirpación de ambas especies (conviene recordar que en la Edad de Hielo, Cantabria y Asturias eran similares a la Laponia actual).
Las presas pequeñas eran por lo general derribadas con un golpe de la pata delantera y sujetadas con las dos patas delanteras. El animal era finalmente muerto con un mordisco de sus colmillos en la nuca, en la garganta o en el pecho. Un león de las cavernas no podía ser tan rápido como sus presas, pero podría derribarlas con las patas, haciendo perder el equilibrio a un animal corriendo. También se cree que en la época de hibernación del oso de las cavernas («Ursus spelaeus»), los leones entraban en las cuevas en las que reposaba, para cazarlos.
La pared de Armintxe (en Lequeitio, Vizcaya) presenta grabados de hace unos 14 000 años mediante micro desconches, que representan caballos, cabras, bisontes y, al menos, dos leones. Son las primeras representaciones de estos felinos encontradas en cuevas de la Cornisa Cantábrica. En el Paleolítico Superior la población humana se incrementó progresivamente, lo que aumentó la presión sobre las poblaciones de leones, que salieron muy perjudicados con el cambio.
Los antiguos habitantes de Europa cazaban a estos poderosos animales, lo que sin duda exigía altas dosis de valor, fuerza y habilidad, pero los cromañones eran, tal vez, los humanos más perfeccionados que han pisado la faz de la Tierra. Con una estatura superior en los varones al 1,80 m de media, huesos duros y anchos, eran hombres fornidos habituados a vivir en un mundo frío, salvaje y feroz, que ponía a prueba todos los sentidos cada día, hora y minuto, y es probable que en la actualidad sólo pudieran compararase a atletas del más alto nivel.
Enfrentados además al cambio climático, la extinción de los leones de las cavernas puede haber estado relacionada con el final de la megafauna del Cuaternario, si bien por las pinturas rupestres y restos encontrados en antiguas zonas de asentamiento nómada, todo parece indicar que su caza por los humanos contribuyó también a su desaparición hace unos 10 u 11 mil años.
Es importante destacar que los leones de las cavernas no estaban solos, y en el período hace entre 21 000 y 12 500 años, en Europa vivieron dos especies de leones, siendo la otra el león europeo, subespecie formada en Europa a partir de animales llegados de África, y tras la extinción del león de las cavernas, en Europa siguió habitando el león europeo («Panthera leo europaea»), que no desaparició hasta hace unos 2000 años.
LEONES EUROPEOS MODERNOS
La memoria de los leones de las cavernas tuvo que ser forzosamente olvidada con el paso de los años, pero en lalgunas zonas, especialmente del Este y los Balcanes, donde había poblaciones de leones europeos, el gran felino siguió siendo el rey de los animales.
Su hábitat comprendía especialmente los bosques templados que se extendían a ambas márgenes del Danubio, donde cazaban presas tales como el bisonte europeo, el alce, el uro, el ciervo, y otros grandes ungulados. Estos leones europeos eran similares a los asiáticos («Panthera leo persica»), pero tenían algunas diferencias, ya que no tenían melenas abdominales y laterales. Eso si, eran depredadores grandes y poderosos, de un tamaño parecido al de los africanos, midiendo unos 4 pies (1,2 m) hasta los hombros. Los machos pesaban entre 180 a 200 kilogramos, mientras que las hembras eran algo menores.
Una impresionante escena de una cacería de leones representada en una daga de bronce, con incrustaciones de plata, elaborada en Micenas hace unos 3800 años. Cinco hombres con escudos y armas atacan a tres leones. Dos leones huyen, pero el otro se enfrenta a los guerreros, y abate a uno, que cae debajo de sus patas.
Los leones de la actual Hungría y Ucrania no resistieron la expansión de la agricultura y el aumento de la pobación humana y la bajada en número de los animales que constituían su dieta, y desaparecieron en torno al año 3000 a.C., pero al sur del Danubio, especialmente en Tracia y las tierras vecinas, los leones siguieron siendo el principal depredador en competencia con los lobos.
En el arte griego, desde Micenas a la Era Clásica, los leones aparecen de forma regular. En su migración a las costas del Egeo desde Centroeuropa, los pueblos indoeuropeos de habla griega debieron encontrar leones en toda la ruta de marcha de generaciones, y en la que sus campeones y héroes se adiestraron y aprendieron a medir su valor con su caza. Cuando llegaron al Peloponeso, al que iba a ser su hogar definitivo, aún había leones allí, y su caza se convirtió en todo un rito que ha dejado una huella imperecedera en el arte.
Hércules (Herakles) se enfrenta al león de Nemea, un león sobrenatural que ocupaba el pueblo sagrado de Nemea en el Peloponeso. Representación de Beocia, en torno al 340 a.C. Por textos de Herodoto, siglo V a.C., y Aristóteles, siglo III a.C., sabemos que había leones en Grecia en su tiempo, principalmente entre los ríos entre los ríos Haliacmón y Nesto (aproximadamente en la frontera de Macedonia con Tesalia).
T. Bryce, en su obra Vida y sociedad en el mundo hitita (2002) señala que la asociación de los leones y la realeza es antigua, y se encuentra entre los micénicos de la Edad de Bronce tardía (ca. 1550 a 1200 a. C.) tanto o más que entre los habitantes de Asia Menor, como los hititas o los asirios. La «Puerta del León» en la ciudad de Micenas podría considerarse «el escudo de armas real de la Casa de Agamenon, el primer escudo de armas del Mundo occidental», y mucho después de la caída de los palacios micénicos, el león siguió siendo un animal importante en el arte griego.
Durante el periodo clásico de Grecia los leones seguían habitando algunas zonas de los Balcanes a pesar de la presión de la población humana, cada vez más numerosa, y sabemos que cuando el ejército de invasión persa de Jerjes avanzó hacía el interior de Grecia en el 480 a.C., se encontró a menudo con ellos.
Alejandro y Cratero en la caza del león (mosaico encontrado en Pella, capital de Macedonia). El gran filósofo Aristóteles, nombrado por el rey Flipio maestro del joven príncipe Alejandro, habla de las conocidas y cotidianas cacerías de leones por parte tanto del rey como de los nobles y hombres libres, pues era una prática extendida en la frontera norte de Grecia, donde los feroces leones ponían a prueba a los cazadores. Cazar un gran felino era una prueba de valor para cualquier hombre, y era parte de su formación para la guerra.
(*) Este sepulcro se ha hecho muy famoso en la actualidad para los creyentes en los sauriodes de estación vertical, los famosos «reptilianos», pues en el banquete que aparece en relieve en una de las caras, unos seres monstruosos con forma de reptiles humanoides devoran animales y seres humanos, pero esa, es otra historia... ;)
Designed with Mobirise