Por supuesto, a la mayor parte de los políticos y militares les importaba un bledo la muerte de los bisontes, porque sabían que su desaparición arrastraba la de los indios de llanuras que, sin ellos, se morirían de hambre. Así que dejaron e incluso animaron, a que la matanza cointinuara, siendo de tal magnitud que en 1890 sólo quedaban 750 bisontes en todo el territorio de los Estados Unidos.
.... Y es aquí, donde surge la figura de nuestro desconocido héroe … porque había una persona (en realidad hubo varias) a las que el bisonte, si importaba. No era americano, y de hecho había llegado de Escocia a los 15 años, estableciéndose en Kansas, en medio de las llanuras, aunque marchó a Dakota cuando supo del hallazgo de oro en las Colinas Negras. Allí pasó unos meses, pero pronto dejó la minería, y James Philip, conocido como «Scotty» por su origen, marchó a Fort Laramie, en el territorio de Wyoming, donde trabajó para el gobierno hasta que se mudó a Fort Robinson, en Nebraska, para cortar heno y llevar mensajes para el Ejército, trabajando también como vaquero en uno de los primeros ranchos de ganado en la región.
Con el dinero de estos trabajos compró un equipo de mulas y un vagón de carga, y comenzó a formar una manada de ganado, tiempo en el que conoció a Sarah Laribee, una india Crow cristiana, con quien se casó en 1879. Tras su matrimonio se mudó a Clay Creek, donde comenzó a criar ganado y a transportar material pesado. Desde su rancho llevaba carga desde Nebraska a Colinas Negras y sus campos mineros, negocio muy lucrativo, que le permitió, en 1881, trasladar su rancho a la desembocadura del arroyo Grindstone, a lo largo del río Bad, en una reserva india. A los hombres blancos no se les permitía llevar ganado a la reserva, pero Scotty estaba casado con una india y podía.
Allí conoció a Pete Dupree, cuyo hijo, que se llamaba Fred, se empeñó en proteger y salvar a cinco crías de bisonte de un grupo de caza en Grand River en 1881. Los Dupree se dedicaron con mimo a cuidar su pequeña cabaña de bisontes de los cazadores, y en 1899, cuando Pete murió, contaban ya con 74 cabezas, que Phillip, ya muy afectado por el triste destino de los bisontes, compró al cuñado de Dupree, llamado Dug Carlin.
Mientras tanto, durante la última década del siglo su hacienda prosperaba, y en 1898 fue elegido representante al Senado por Dakota del Sur, ocupando otros cargos electos como miembro del partido Demócrata.
Consciente de que sus bisontes eran la última oportunidad de la especie por sobrevivir, pues los pocos que quedaban seguían siendo abatidos ante la indiferencia general, Scotty compró y preparó una zona especial de praderas verdes y pastos al Oeste del Missouri al norte de Fort Pierre, ya en Dakota, y allí condujo la manada acompañado de sus vaqueros en 1901, para que tuvieran un refugio en el que sobrevivir.
Cuando murió en 1911, diez años después, fue enterrado en un cementerio familiar cerca de los pastos de sus animales protegidos, y cuentan que, cuando la procesión del funeral pasó, los bisontes bajaron de las colinas en silencio... El periódico «Black Hills Visitor Magazine», en un artículo sugiere que, según los vecinos, los bisontes mostraron su respeto «al hombre que los había salvado». Hoy en día hay unos 350 000 ejemplares, que en gran parte le deben su existencia a una sola persona buena, que demostró que, con esfuerzo y voluntad, hacer grandes cosas es posible.
21 de marzo de 2019